El Gobierno dice que hay más de un millón de celulares, y manipula los datos de internet.

A finales de 2010 había en la Isla un millón de teléfonos móviles, frente a los 621.000 registrados en 2009 y los 330.000 de 2008, año en el que a todos los cubanos residentes en el país se les permitió comprarlos por primera vez, dijo un informe de la Oficina Nacional de Estadísticas en su sitio web, según Reuters. Cuba, un país de 11,2 millones de habitantes, cuenta con un millón de líneas de telefonía fija, por lo que la Isla tiene una densidad telefónica de un poco menos de un 20 por ciento, que es la más baja en América Latina, según la Unión Internacional de Telecomunicaciones de Naciones Unidas.
Los teléfonos móviles solamente están disponibles en dólares y el envío de un tweet desde un móvil puede costar más que el ingreso medio diario de muchos cubanos.

El informe señaló que había 64 ordenadores personales y 159 usuarios de internet por cada 1.000 habitantes en 2010, aunque la mayoría sólo tenía acceso a una intranet controlada por el Gobierno mediante los clubes estatales de computación y otros sitios de trabajo.
El uso de internet requiere de un permiso especial del Estado. No hay banda ancha en Cuba y los usuarios de internet son relativamente pocos y sufren angustiosamente por las largas esperas para abrir un correo electrónico y mucho más aún para ver una foto o vídeo, lo que también dificulta las operaciones gubernamentales y empresariales. En febrero, un cable submarino de fibra óptica se extendió desde Venezuela a Cuba y está previsto que entre en funcionamiento gradualmente desde este mes, lo que permitirá hacer descargas 3.000 veces más rápido que en la actualidad, así como manejar millones de llamadas telefónicas simultáneamente.
El Estado cubano controla las comunicaciones y la economía. El acceso a la televisión por satélite es también muy restringido. Acceder a ella es ilegal sin un permiso especial del Gobierno y las autoridades realizan con regularidad operativos para eliminar las antenas parabólicas. Los funcionarios insisten en que son engañosos los datos sobre el uso individual y la propiedad de ordenadores y los teléfonos, al tiempo que aseguran que la prioridad para el Gobierno es un uso social de la tecnología, principalmente en los sectores de la salud y la educación en los clubes informáticos operados por el Estado.

Fuente: Diario de Cuba

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